Por: Miguel Angel Trujillo

El Ministerio de Justicia de Colombia detalla cómo se gestionan los pagos por incapacidad médica, diferenciando entre enfermedades comunes y laborales.

El sistema de salud colombiano distingue claramente entre las incapacidades por causas comunes y aquellas originadas en el ámbito laboral. Esta diferenciación es crucial para entender quién está a cargo de los pagos y desde cuándo. En el caso de las incapacidades comunes, los primeros dos días son responsabilidad del empleador, tras lo cual, la Entidad Promotora de Salud (EPS) toma la posta, cubriendo el 66,66% del salario base del trabajador desde el tercer día hasta el día 90. Posteriormente, y hasta el día 180, la cobertura se reduce al 50%.

Por otro lado, las incapacidades que se consideran de origen laboral activan la responsabilidad de la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) desde el primer día. La ARL cubre el 100% del salario del trabajador durante los primeros 180 días, con posibilidad de extensión si la condición médica lo requiere. Este esquema asegura que los trabajadores no enfrenten dificultades económicas mientras se recuperan de lesiones o enfermedades relacionadas con su trabajo.

La normativa es clara en que, independientemente del tipo de incapacidad, el pago no puede ser inferior al salario mínimo legal mensual vigente. Esto garantiza un soporte económico básico para todos los trabajadores incapacitados, contribuyendo a su bienestar y recuperación sin la presión financiera que podría implicar la pérdida de ingresos.

Este sistema busca equilibrar la protección al trabajador con la sostenibilidad de los fondos de salud y riesgos laborales. La claridad en la normativa ayuda a evitar confusiones y asegura que tanto empleadores como empleados entiendan sus derechos y obligaciones. Además, subraya el compromiso del país con la seguridad y salud de su fuerza laboral, un pilar fundamental para el progreso social y económico de Colombia.