Por: Gustavo Puentes

Un trágico deslizamiento provocado por intensas lluvias en la vereda San Isidro, Sabaneta, resultó en cinco víctimas fatales y dos personas aún desaparecidas.

El suceso tuvo lugar en la madrugada del martes, cuando un alud de tierra sorprendió a los habitantes de San Isidro, una de las áreas más afectadas por las recientes precipitaciones en la región. La comunidad, ya alerta por los continuos avisos meteorológicos, fue devastada por la magnitud del desastre natural. Las autoridades locales y equipos de rescate se movilizaron de inmediato en busca de sobrevivientes, mientras los refugios temporales comenzaban a recibir a los desplazados.

Entre las víctimas se encuentran miembros de dos familias que residían en el área más afectada. "Nunca imaginamos que la lluvia traería tal desgracia a nuestras vidas", comentó uno de los sobrevivientes, quien perdió a familiares en el incidente. Las operaciones de búsqueda y rescate continúan, con la esperanza de encontrar a las dos personas que aún se reportan como desaparecidas.

Este deslizamiento es uno de los varios incidentes que han ocurrido en la región debido a la temporada de lluvias, que ha sido particularmente intensa este año. Expertos climáticos señalan que la deforestación y la construcción en zonas vulnerables pueden haber contribuido a la tragedia, exacerbando los efectos de las precipitaciones sobre el terreno inestable.

Este evento subraya la urgente necesidad de revisar las políticas de uso del suelo y de fortalecer los sistemas de alerta temprana en la región. La solidaridad y la rápida respuesta de la comunidad han sido fundamentales, pero es claro que se requieren medidas preventivas más robustas para evitar futuras catástrofes. La tragedia en Sabaneta es un doloroso recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades ante fenómenos naturales extremos y del trabajo que aún queda por hacer para proteger vidas y propiedades.