Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

Gobierno refuerza seguridad para candidatos tras ataque a Miguel Uribe Turbay, precandidato del Centro Democrático. Se diseñará un plan de paz y se revisarán los esquemas de protección.

El atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay ha puesto en alerta al Gobierno Nacional. Ante este hecho, el presidente Gustavo Petro convocó para este lunes un tercer consejo de seguridad extraordinario. La reunión, que se llevará a cabo en la Casa de Nariño, tiene como objetivo principal garantizar la protección de partidos políticos y candidatos presidenciales de cara a las elecciones de 2026. El ministro del Interior, Armando Benedetti, anunció la medida tras un extenso segundo consejo de seguridad en la Policía Nacional.

El consejo contará con la participación de la cúpula militar y policial, el ministro de Defensa y otros altos funcionarios. Posteriormente, se llevará a cabo una reunión de la Comisión Nacional para la Coordinación y Seguimiento de Procesos Electorales para diseñar un plan de paz con enfoque en la protección de candidatos, especialmente de la oposición, según declaraciones del Gobierno. Se prevé también un encuentro entre el presidente Petro y representantes de los partidos políticos para buscar acuerdos y fomentar la unidad en torno a la seguridad electoral.

Las autoridades investigan tres hipótesis sobre el atentado: un ataque directo a Uribe Turbay, un ataque relacionado con su pertenencia al Centro Democrático, o un intento de desestabilización del Gobierno. Más de 200 investigadores, entre Dijín y CTI, trabajan en el caso. El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, hizo un llamado a la ciudadanía a colaborar con información. Se reforzará la seguridad de Uribe Turbay y su familia, así como la de otros candidatos presidenciales.

El Gobierno ha hecho un llamado a la calma y la responsabilidad. Se busca desescalar el lenguaje político y mediático, evitando la incitación al odio y la violencia. El ministro Benedetti alertó sobre el peligroso aumento del discurso de odio en redes sociales y medios de comunicación, comparándolo con la situación de los años 80 y 90. La preocupación se centra en la necesidad de garantizar unas elecciones libres de violencia y con un clima político más sereno, priorizando la seguridad de todos los actores políticos, en especial, los de la oposición.