Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

El presidente Petro respondió a las acusaciones del alcalde Gutiérrez, quien lo tildó de promover un golpe de Estado por insistir en una consulta popular rechazada por el Congreso. Petro contraatacó, acusando a gobiernos anteriores de verdaderas acciones golpistas.

La tensión política escaló luego de que el presidente anunciara un decreto para impulsar la consulta popular, previamente rechazada. Gutiérrez, alcalde de Medellín, acusó al mandatario de un "talante antidemocrático" y de intentar una ruptura institucional. Petro respondió con una fuerte crítica al pasado del país.

La controversia surge tras el rechazo por parte del Congreso a la propuesta de consulta popular del gobierno Petro, inicialmente planteada con 12 preguntas sobre la reforma laboral. Esta reforma buscaba mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores, incluyendo el pago de horas extras y días festivos. El gobierno planea incluir en un nuevo decreto preguntas sobre la reforma a la salud, también rechazada.

El alcalde Federico Gutiérrez, en redes sociales, manifestó: “Medellín no respalda el golpe de Estado ni tolera la ruptura institucional”. A esto, el presidente Petro respondió a través de X, afirmando que el verdadero golpe de Estado fue "meter tanques y fusiles en la Comuna 13", y recordando las masacres y desapariciones ocurridas en el pasado. Su contundente frase: “Dictadura es matar 6.402 jóvenes inocentes con balas del Estado. Eso es un verdadero golpe de Estado”, refleja la profunda grieta política actual.

La respuesta de Petro vincula directamente la discusión actual con el pasado violento de Colombia, especialmente con la situación de la Comuna 13. Esto podría profundizar la polarización política y generar nuevos conflictos entre el gobierno y la oposición, con consecuencias aún impredecibles para la gobernabilidad del país. La insistencia presidencial en la vía de la consulta popular, a pesar del rechazo congresual, anticipa una confrontación prolongada.