Por: Bryan Steven Cardona Ciceri

El Tottenham Hotspur se coronó campeón de la Europa League al derrotar 1-0 al Manchester United, marcando su regreso triunfal a los títulos internacionales después de más de tres décadas.

Este miércoles, en el emblemático estadio de San Mamés en Bilbao, el Tottenham logró un triunfo histórico. El único gol del partido llegó al minuto 42, un autogol de Luke Shaw que decidió el destino de la final. Este resultado pone fin a una larga sequía de títulos para los Spurs, que no levantaban un trofeo desde 2008.

El equipo londinense, dirigido por Ange Postecoglou, mostró una notable transformación esta temporada. Figuras como ‘Cuti’ Romero y Rodrigo Betancur jugaron roles clave en la campaña, pero fue la estrategia del técnico australiano lo que finalmente llevó al Tottenham a la victoria. Postecoglou, en su primer año con el club, ha sido el arquitecto detrás de este éxito, moldeando un equipo que ha sabido ser competitivo en los momentos cruciales.

El partido fue un duelo táctico, con ambos equipos mostrando gran cautela. La acción decisiva llegó poco antes del descanso, cuando una rápida jugada por la banda derecha, iniciada por Brennan Johnson, terminó en el desafortunado autogol de Shaw. Este gol no solo selló el partido, sino que también garantizó la clasificación directa del Tottenham a la próxima Liga de Campeones.

Este triunfo no solo revitaliza al Tottenham con un trofeo largamente esperado, sino que también plantea preguntas sobre el futuro del Manchester United. Los ‘Diablos Rojos’ han terminado una temporada decepcionante, marcada por la falta de títulos y un juego poco convincente. La derrota en Bilbao es un reflejo de un equipo que necesita urgentemente revisar su estrategia y plantilla para volver a ser competitivos en el ámbito europeo. Este verano será crucial para el Manchester United, con la necesidad de tomar decisiones que redefinirán su futuro deportivo.

Fotografia: AFP