Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Precandidato presidencial Miguel Uribe resultó herido en un atentado a balazos en Bogotá. El hecho, ocurrido el 10 de junio, genera tensión nacional en medio de una ola de violencia. El presidente Petro busca el diálogo con expresidentes.

El martes 10 de junio, Bogotá se estremeció con un nuevo atentado, esta vez contra el precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, exsenador del Centro Democrático. El hecho, que ha generado conmoción nacional, se suma a una creciente ola de violencia que tiene en vilo al país. La gravedad de este ataque, en el contexto de la tensa situación política, ha puesto en alerta a las autoridades y a la ciudadanía.

El atentado, perpetrado mediante sicariato, dejó a Uribe Turbay herido. Se le atribuye a un grupo disidente de las FARC, liderado supuestamente por alias “Mordisco”, según denuncias difundidas en redes sociales. Las investigaciones se encuentran en curso para determinar la responsabilidad y las motivaciones detrás del ataque. El gobierno se ha pronunciado, resaltando la necesidad de proteger a los candidatos y garantizar el proceso electoral.

El ataque ocurrió en pleno centro de la ciudad, generando escenas de caos y consternación. El precandidato fue rápidamente trasladado a un centro médico, donde se recupera de sus heridas. La celeridad de la respuesta médica es destacada por las autoridades, y se ha informado de una total disposición para colaborar en las investigaciones. La respuesta oficial del Gobierno se centra en la búsqueda de un diálogo constructivo para superar la crisis.

El atentado contra Miguel Uribe expone la fragilidad de la situación de seguridad en Colombia y el riesgo para los actores políticos en medio del clima electoral. La respuesta del presidente Petro, proponiendo un diálogo con expresidentes Uribe y Santos, representa un intento crucial por calmar las aguas y encontrar soluciones conjuntas. La necesidad de una unidad nacional frente a esta ola de violencia es evidente, y la transparencia en las investigaciones será clave para restaurar la confianza y garantizar la estabilidad democrática del país.