Por: Maria Camila Gonzalez Mosquera

Bogotá se une a la innovación educativa con el lanzamiento de TecAlianza, una iniciativa que busca reducir el desempleo juvenil y conectar la educación con el mercado laboral. La alianza entre la Universidad de los Andes y Colsubsidio promete transformar la formación posmedia en el país.

Este nuevo modelo educativo modular y flexible, enfocado en las TIC y con el apoyo de empresas líderes, inicia su primera fase en 2025 con seis programas. La meta: formar profesionales altamente capacitados y empleables.

TecAlianza surge como respuesta a la necesidad de una educación más práctica y conectada con las demandas del sector productivo. Esta iniciativa, lanzada en mayo de 2025, representa una colaboración innovadora entre la Universidad de los Andes, reconocida por su excelencia académica, y Colsubsidio, que aporta su experiencia empresarial y su amplia infraestructura. El modelo se implementará a nivel nacional, con la participación activa de empresas en diversas regiones.

La Rectora de la Universidad de los Andes, Raquel Bernal, ha destacado la visión transformadora de TecAlianza, enfatizando su compromiso con la equidad y la inclusión. Empresas como Teleperformance, Atento, y otras, participan como co-diseñadoras de los programas, asegurando su pertinencia en el mercado laboral y, en algunos casos, financiando la formación de los estudiantes. Esta colaboración público-privada es fundamental para el éxito del proyecto.

TecAlianza se estructura en módulos flexibles, permitiendo a los estudiantes adaptar su formación a sus necesidades y ritmo de aprendizaje. La inclusión de un enfoque sociohumanístico busca formar personas integrales, preparadas no solo para el ámbito profesional, sino también para la vida en sociedad. La primera fase, que comienza en 2025, se centra en seis programas de Tecnologías de la Información, áreas con alta demanda laboral.

El éxito de TecAlianza dependerá de la continua colaboración entre la academia, el sector empresarial y el gobierno. Si se consolida, este modelo podría convertirse en un referente para la reforma educativa en Colombia, reduciendo la brecha entre la formación y el empleo y, por ende, mejorando las oportunidades para los jóvenes colombianos, impulsando la movilidad social y el crecimiento económico sostenible.